De suelos franco-arenosos con un gran porcentaje de arcilla, Vista Flores nos entrega la fruta y acidez que tanto buscamos. La gran amplitud térmica de este micro terruño del Valle de Uco, debido al promedio de altura que se encuentra entre los 950 y 1.030 metros sobre el nivel del mar, permite el desarrollo de componentes de gran expresión frutal y floral. De aquí se obtendrán vinos de gran tomabilidad y frescura.
De suelos pedregosos y calcáreos, Los Chacayes nos entrega aromas y sabores inigualables. La gran amplitud térmica de este micro terruño del Valle de Uco, debido a su altura de 1.200 metros sobre el nivel del mar, nos otorga intensidad y concentración únicas. De aquí se obtendrán vinos gran mineralidad y expresión vegetal.
De suelos franco-arcillosos, La Consulta nos entrega elegancia inigualable. Por ser una de las primeras zonas desarrolladas del Valle de Uco, aquí se encontrarán los viñedos más antiguos de este terruño, lo que se traduce en un resultado único. Debido a sus suelos de mayor riqueza que las zonas vecinas, las vides suelen desarrollar sistemas radiculares más profundos, lo que sumado a una gran amplitud térmica debido a su altura que va desde 980 a 1.100 metros sobre el nivel del mar, da como resultados viñedos de excelente producción y alta concentración. De aquí se obtendrán vinos de gran elegancia y paletas aromáticas sumamente delicadas.
De suelos franco-calcáreo, Altamira nos entrega complejidad inigualable. Por ser la zona productora más cercana a la cordillera, sus suelos pobres y una gran amplitud térmica debido a su altura que va desde 1.000 a 1.200 metros sobre el nivel del mar, da como resultado viñedos de producción moderada y muy alta concentración. De aquí se obtendrán vinos de gran concentración y paletas aromáticas de enorme.
